A diferencia de los altavoces electromagnéticos tradicionales que todos conocemos, estos altavoces 3D impresos basados en el principio de los altavoces electrostáticos conocidos desde 1930. Una fina capa de pintura conductora se aplica a una membrana, también impreso en 3D, no unido al cuerpo. Cuando la corriente pasa a través de la membrana, vibra y produce un sonido de 60 dB. Por supuesto, la calidad del sonido no es hasta los altavoces de alta fidelidad en su sala de estar, pero este enfoque demuestra una vez más el potencial de la impresión 3D.
Además, como se puede ver en el vídeo a continuación, estos altavoces pueden producir también inaudible ultrasonido para el oído humano. Utilizando el micrófono integrado como un ordenador, esta técnica permite ubicar el altavoz en el espacio y realizar un seguimiento de sus movimientos en 3D y en tiempo real. Es posible imaginar muchas aplicaciones de entretenimiento educativo.
Fuente: Disney Investigación